domingo, 11 de noviembre de 2012

Errante

Vivir una vida equivocada podría no resultar problemático siempre y cuando captes el error a tiempo y seas capaz de cambiar el cúmulo de acontecimientos derivados de ella hacia otro cauce más indicado. Pero es más fácil permanecer ahí, sumergido en tu monótono cosmos vital. El miedo se arremolina como rudas cadenas de piedra a unos pies pálidos y enfermos, ansiosos por echar a correr hacia cualquier plano de una posible existencia humana que no implique aparentar una personalidad errante. O simplemente te da por pensar que es demasiado tarde.
Y allí te pierdes por siempre, en la letanía del fluir constante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario