La cordura es una cuerda mental de la que pende la locura.
Tan insivible e imprevisible, la sin razón ataca, muerde viejas cicatrices, carcomiendo el vacío de la verdad
Tic tac, tic tac, juego a perderme en el tiempo.
Tic tac, tic tac, aunque sin ti sea empo.
Tic, tac, ¿Sabes donde andará?
Tic, tac, ni tú entiendes, ¿verdad?
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